sábado, 12 de noviembre de 2011

DIARIO DE UN PERRO



13-Abril-2005, muerte del Papa Vojtyla


Hoy me he llevado un disgusto enorme. “El Papa ha muerto”, decía todo el mundo. ¿Ha muerto el Papa? ¿Cómo ha sido eso? ¿Y porqué nadie está triste en casa? ¡Parece que les dé igual a todos: a Mamá, a Luís, a Laura…! ¿Qué les sucede? Estaba pensando en ello, cuando de pronto se abre la puerta y aparece él. ¡Qué alegría! , falsa alarma, no está muerto. Está aquí, como cada día; puntual a la hora de comer. Él y yo, porque normalmente me da él la comida. Me desvivo en lamerlo y juguetear con sus manos, me rozo contra sus piernas, meneo la cola con más ganas que nunca, salto…, pero el Papa no me entiende y cabreado porque le quito un papel de las manos, me pega una patada en el culo y me grita.
Más tarde, desde mi rincón, oigo a Mamá que dice llorando: “¡Dios mío, aquí dice que el análisis de la biopsia ha dado positivo!




 

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