miércoles, 11 de enero de 2017

Entrevista sobre "El cementerio de las mariposas"


Blog literario:





Antes de meternos de lleno en tu nueva novela, me gustaría conocerte algo más como escritor, ¿Cuántas obras has escrito y cuál es la que te hace sentir más orgulloso?

He escrito siete obras en veinte años-empecé a escribir a los 45 y después  de una vida de lectura frecuente y mucho interés por  llevar a cabo mi gran sueño de escribir- : tres  recopilaciones de relatos cortos: “Mi turno”, “Relatos en el tintero”, “MI Blog”, tres novelas: “El Prisco y compañía”, “El camino de don Fernando”, “El cementerio de las mariposas” y un libro de cuentos infantiles: “Cuentos para Eva y Sara”. Me siento orgulloso de todo lo que he escrito hasta el momento, aun reconociendo que no todo lo que sale de la pluma y se plasma en un folio es válido o tiene una calidad aceptable.

¿En qué te inspiras al escribir? ¿Quién es tu escritor y tu obra favorita?

 La inspiración para escribir llega de la urgencia por aportar mi punto de vista sobre lo que me rodea, nada me es ajeno y siento la necesidad de interaccionar con los hechos y circunstancias que coinciden en mi tiempo. Mi escritor favorito de siempre es Miguel de Cervantes y su magistral obra  Don Quijote de la Mancha pero hay otros como Juan Rulfo, Rudyard kipling o John Kennedy Tool que me entusiasman por su calidad y originalidad…y muchos otros también.

¿Tienes algún proyecto en marcha?

En estos momentos estoy dedicado de lleno, y desde hace dos meses, a documentarme sobre una época, unos hechos y un lugar de la geografía de nuestro país en donde ocurrieron unos sucesos de tal envergadura que me han inspirado con tal fuerza que, espero, acabará en una nueva novela.

En tu nueva novela encontramos personajes muy dispares, ¿Te identificas con algunos de ellos? ¿Cuál es tu personaje favorito?

Mi personaje favorito de “El cementerio de las mariposas” es Mariano, y la explicación es porque era mi mejor amigo en la vida real y falleció inesperadamente a la edad de cincuenta años. Lo hice personaje de esta historia como homenaje a su recuerdo, a nuestra buena amistad desde la infancia. No, no me identifico con ninguno de los personajes de esta última novela, es más, no suelo hacer ningún personaje con el que me sienta identificado porque huyo expresamente de que en mis novelas se pueda llegar al equívoco, muy frecuente, de ser interpretadas como algo biográfico lo que en ellas se propone. Nada más lejos de mi intención que escribir sobre mis propios sentimientos.

Cuando presentas a uno de los personajes comentas que no le gusta su ciudad natal, Sabadell, ciudad donde has vivido toda tu vida ¿Es el reflejo de tu opinión?

Nada que ver con mi opinión ya que amo mi ciudad, Sabadell. Todo lo que en la novela explico sobre Mariano y su relación con el barrio y ciudad en la que vivía es real, yo lo conocía a fondo y sé cómo pensaba, qué sentimientos, complejos e inquietudes tenía y así lo he reflejado para acercarlo lo más posible a su realidad.Todo lo que he escrito hasta ahora es producto de inquietudes, necesidades imperiosas de aportar mi punto de vista sobre hechos que han alterado lo suficiente mi capacidad de sorpresa como para no pasar de largo sin reaccionar. Este caso fue un golpe terrible para mi grado de aceptación de las vilezas humanas; el personaje en cuestión vivía dos plantas por encima de mi vivienda y nada hacía sospechar que aquel joven de veinticinco años tan amable y educado fuera un salvaje. Llevé esa historia cuarenta años en la cabeza hasta que decidí escribirla para que no se olvidara tan fácilmente.

Varios de los hechos que ocurren en el libro están basados en crímenes reales, ¿Por qué decidiste inspirarte en ellos para escribir esta novela?

Todo lo que he escrito hasta ahora es producto de inquietudes, necesidades imperiosas de aportar mi punto de vista sobre hechos que han alterado lo suficiente mi capacidad de sorpresa como para no pasar de largo sin reaccionar. Este caso fue un golpe terrible para mi grado de aceptación de las vilezas humanas; el personaje en cuestión vivía dos plantas por encima de mi piso y nada hacía sospechar que aquel joven de veinticinco años tan amable y educado fuera un salvaje. Llevé esa historia cuarenta años en la cabeza hasta que decidí escribirla para que no se olvidara tan fácilmente.

¿El resto de los personajes son totalmente ficticios?

Excepto el protagonista principal y mi amigo Mariano, sí; todo el resto es ficción, aunque la niña y su madre están inspiradas en personas que conozco pero que ellas no están avisadas, ni lo estarán; son las licencias que se permite el escritor, sus pequeños secretos.

¿Qué parte es la que más te ha costado escribir?

En realidad la parte que más me ha costado – de contenerme- es la que no he escrito. Esta novela tenía el doble de páginas en mi cabeza; era una historia más compleja y llena de situaciones y diálogos que al final, y después de algunas urgencias por terminarla en un tiempo determinado y poder publicarla en cierta fecha, decidí no extenderme más y finalizarla en un punto que no era lo que había proyectado pero que me pareció moderado. Me costó contenerme y dejarla ahí pero también me pareció que ese final, tal vez no esperado, ni deseado por el lector, le daba un toque de desconcierto que haría que el lector necesitara más, y eso siempre es mejor que lo contrario.

El cementerio de las mariposas es un escenario realmente peculiar y que contrasta mucho con el resto de los escenarios de la novela, ¿Por qué decidiste utilizarlo? ¿Qué simboliza para ti?

Partimos de la base de que el relato viene motivado por un hecho real, cruel, horroroso en todos los detalles. Mi intención en todo momento ha sido la de exponer esa realidad, pero de ninguna manera que pareciera una crónica periodística si no novelándola y aportando parte de ficción para hacer su lectura más amena. Por otra parte, y ya puestos a adornar el producto quise añadirle elementos fantásticos para equilibrar la balanza; el cementerio es una metáfora, es el catalizador en donde las dos fuerzas de la naturaleza se fusionan, la eterna lucha entre el bien y el mal; el horror y la belleza, pugnan por ganar la partida; allí se debate la batalla final y vence el bien…como es nuestro deseo secreto al fin.

Por último, la pregunta más importante para mí, y probablemente para todos los lectores de tu libro. ¿Por qué ese final?

¿Por qué ese final? Porque los demás personajes que intervienen en la novela son seres inmaculados, generosos, bondadosos, almas simples y limpias, son víctimas de las circunstancias, no han hecho nunca mal alguno y no podían contaminarse por culpa de un ser abyecto, ensuciar sus manos de sangre. Por el contrario él no podía quedar impune ante tamaños actos cometidos. Por otra parte era demasiado fácil repetir el texto de las noticias del momento y hacer que la policía se encargara de su detención. Creí que era más atractivo ese final en el que no es detenido, nadie toma la justicia por su mano, simplemente desaparece desintegrado, se le niega un final humano, simplemente se le ignora…deja de estar. No hay mejor justicia que la indiferencia.



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