Despertar a ritmo de Bachata.

Suena un teléfono:

─ ¿Allo?

─ ¡Shh!, sólo escucha...Son las cinco de  la mañana y  no he dormido nada pensando en tu belleza, en loco voy a parar.

─ ¿Con quién hablo?

─El insomnio es mi castigo, tu amor será mi alivio y hasta que no seas mía no viviré en paz.

─ Pero… ¿de qué me está hablando?

─Hoy conocí tu novio, pequeño y no buen mozo, y sé que él no te quiere por su forma de hablar.

─ ¿A quién coño de novio se refiere?

─Además tú no lo amas porque él no da la talla. No sabe complacerte como lo haría yo. Pero tendré paciencia porque no es competencia, por eso no hay motivos para yo respetarlo...

─ ¡Estás loco! ¡Noooooo, no es amor! Lo que tú sientes se llama obsesión: Una ilusión en tu pensamiento que te hace hacer cosas...Así funciona el corazón.

─Bien vestido y en mi Lexus pasé por tu colegio, me informan que te fuiste, como un loco te fui alcanzar.

─ ¡Nada, ni caso! Usted no se entera cuando le hablan, ¿verdad?

─Te busqué y no te encontraba y eso me preocupaba. Para calmar mi ansia yo te quería llamar.

─ ¡Hale, venga, usted a lo suyo…!

─…pero no tenía tu número y tu amiga ya me lo negó. Ser bonito mucho me ayudó, eso me trajo la solución. Yo sé que le gustaba y le di una mirada, con un par de palabritas tu número me dio.

─ ¡Encima va de guapo el tío…no me lo puedo creer!

─Del celular llamaba y tú no contestabas. Luego te puse un beeper y no había conexión.

─Que le dio mi número ¿quién? ¡Esto ya es el colmo!

─Mi única esperanza es que oigas mis palabras.

─ ¡Escucha esto anormal!: No puedo, tengo novio.

─ ¡No me enganches por favor...!

─Te lo repito otra vez: ¡Nooooo, no es amor…!

─ ¡Escúchame por favor!

─ Pero si es que no haces ni caso…Lo que tú sientes... ¿qué es? : ¡Se llama obsesión...!

Una ilusión… 

─ ¡Estoy perdiendo el control!

─…en tu pensamiento que te hace hacer cosas, así funciona el corazón...Eso es lo que está pasando aquí, que estás más quemado que el palo de un churrero y estás ciego.

─Mi amor, ¡por Dios, no me enganches! No lo diré más. Hice cita “pa´l” psiquiatra

a ver si me ayudaba pues ya no tengo amigos por sólo hablar de ti. Lo que quiero es hablarte para intentar besarte.

─Eso lo has decidido tu solito, ¿no es cierto?, por tu cuenta y riesgo; aquí yo no pinto nada, ¿verdad?

─ ¡Será posible que por una obsesión uno pueda morir!

─Un tarado como tú, seguro que sí.

─Y quizás pienses que soy tonto, privón y también loco, pero es que en el amor soy muy original.

─ Yo lo que creo es que eres subnormal, que eres más primo…

─Me enamoro como otros, conquisto a mi modo. Amar es mi talento, te voy a enamorar.

─ ¿Enamorarme?, ¡antes muerta!

─Disculpa si te ofendo, pero es que soy honesto.

─Aquí no hay perdón que valga, son las cinco de la mañana y me estás dando el coñazo hace media hora. ¡Cómo te pille en la calle te parto la cara, inútil!

─Con lujo de detalles escucha mi versión: pura crema y chocolate, untarte y devorarte,

llevarte a otro mundo en tu mente, corazón.

─El chocolate se lo vas a untar a tu puta madre, so gilipollas, ¡que cuelgues ya que empiezo a trabajar a las siete!

─Ven, vive una aventura.

─No me da la gana

─Hagamos mil locuras.

─No me sale del higo.

─Voy hacerte caricias que no se han inventado...

-Ya, en la pepitilla del coño… ¡No es amor, no es amor!

─ ¡Ssssssh, ah...!

─ Es una obsesión. ¡No es amor, no es amor!, ¡joder!

─ ¡Ssssssh, ah...!

─ Es una obsesión, ¿te enteras…?  ¡Y encima el tío se ha corrido! ¡Será cerdo! La única explicación es que me haya confundido con mi nieta.