Le avisaron desde niña del peligro de los pantanos, de la inesperada aparición de la anaconda cuando más confiada estuviera. Pero ella, de natural atrevida y risueña, desafió siempre las advertencias por considerarlas de gente supersticiosa, exponiendo sin reparo su hermoso cuerpo al tibio contacto de las traicioneras aguas.
Tal vez la bicha no tenía el tamaño exagerado que le atribuían los del lugar, lo que es seguro es que un día fue sorprendida por detrás y no hubo escapatoria.
Tal vez la bicha no tenía el tamaño exagerado que le atribuían los del lugar, lo que es seguro es que un día fue sorprendida por detrás y no hubo escapatoria.
8 comentarios:
Muy sugerente.
Buen verano.
Besos
Margot
Jajaja! ¡¡Muy buen micro-relato!!
Y una foto muy indicada...
Lo prohibido es tentador...
Me dejaste sin palabras Andrés. Jeje
Besos.
Carmen
Muy bien buscado ese toque de misterio/superchería/erotismo que tanto atrae. Eres un maestro en condensar en tan pocas líneas historias que darian para una novela.
Saludos, majete y buenas vacaciones.
Entrellat
Margot, Lazoworks, Ki, Monelle,Entrellat:
Gracias por vuestra amabilidad al compartir conmigo este blog.
Gracias por comentar mis relatos y buenas vacaciones a todos.
Tan breve y el peliculón que me e montado mentalmente, eres un experto.
Antonio:
La imaginación al poder. Todo es cuestión de darle al tarro.
Un abrazo.
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